Sicario no pudo huir tras crimen

Un sicario aparentó el robo del celular a la señora Aura Marina López Linares, de 30 años. Todo era para confundir las pesquisas de los fiscales del Ministerio Público (MP) y de los investigadores de la Policía Nacional Civil (PNC), pues el objetivo del sujeto era eliminar a su víctima, pero tras perpetrar el crimen no pudo escapar, fue apresado por dos motoristas policiacos.

Varios empleados se encontraban esperando que abrieran los negocios sobre la 19 calle y avenida Elena “A” de la zona 1, cuando repentinamente se estacionó una motocicleta de donde se bajó un sujeto, se dirigió a su víctima, quien estaba sentaba chateando y hablando por el celular, y  bajo amenazas de muerte le indicó: “dame el celular”, pero la mujer se opuso a entregarlo, lo cual ocasionó que el criminal le disparara dos veces a quemarropa, dejándola tendida en el suelo.

El cómplice del sicario se percató de la presencia de dos motoristas de la PNC, en el crucero, inmediatamente se alejó del lugar, dejando abandonado a su compañero, quien trató de escapar sobre la avenida Elena hacia el sur capitalino, sin embargo, la misma gente gritó a los policías que intervinieron para perseguir al sicario atraparlo y someterle al orden, finalmente le hallaron una pistola 9mm, por temor a la reacción de la turba lo evacuaron rápidamente hacia al juzgado de turno para su consignación.
Fue identificado como Javier Arauz Morales, de 26 años, a quien le hallaron una cartera y el celular de la víctima, quien fue embalado por los peritos del Ministerio Público, (MP) son evidencias claves para imputar el crimen.

Le practicaron el barrido de fulminante

Luego de culminar las diligencias en la escena del crimen, en la zona 1 capitalina, en donde se estableció que la occisa tenía dos heridas de bala, uno en la región pectoral lado izquierdo y el otro disparo en el brazo derecho, mientras en la escena del crimen localizaron dos casquillos  9 mm, un cable de audífonos y la batería de un celular.
También al asesino le decomisaron una pistola 9 mm, además le practicaron la prueba de barrido de fulminante en ambas manos, con el propósito de establecer si había disparado el arma de fuego.
“Estamos estableciendo por medio de las cámaras de vigilancia, al parecer, habían dos mujeres vigilando a la víctima”, dijo el comisario Oscar Ajcalón Guoz, jefe del Distrito de la PNC.