Se aseguran de que no los molesten
Ante la ola de violencia y crímenes que han golpeado a los vendedores del mercado El Guarda, en la zona 11 capitalina, conscientes de que la época más grande venta ha llegado, y para evitar que los delincuentes alejen a los potenciales compradores, los comerciantes se organizaron y contrataron los servicios de una empresa de seguridad privada.
Por lo cual, ayer se conoció que para el efecto 500 agentes de una policía particular, debidamente armados, son quienes se encargarán durante este mes de patrullar las calles y avenidas de ese amplio mercado. Pero no todo queda allí, también cuentan con un buen número de agentes que andarán de particular, también armados, y que impedirán que los extorsionistas lleguen a amedrentar a los dueños de comercios.
Finalmente, contarán con un contingente de agentes de Polimerc de la Policía Nacional Civil (PNC), quienes también patrullarán la zona. Esto quiere decir que El Guarda, ubicado desde la Aguilar Batres hasta la 5a. avenida y de la 0 a la 6a. calle de la zona 11, ahora es uno de los centros de comercio popular más vigilados.
La medida la adoptaron los vendedores que desean ofrecer sus productos con total tranquilidad, para que los compradores acudan sin temor a ser asaltados, ya que a decir de ellos, deben aprovechar que el pago del Aguinaldo a los trabajadores del Estado e iniciativa privada, permitirá a las personas contar con dinero extra para comprar el estreno para Navidad, para ellos y sus familias. Además, reconocen que para estas fechas, todos los agentes de la PNC deben cubrir muchos espacios, comercios, áreas bancarias y, por lo cual, no se darán abasto y eso hizo que se organizaran para protegerse. Es una buena medida de protección colectiva.
Cabe recordar que, en La Terminal, otro de los mercados grandes de la capital, ubicado entre las zonas 4 y 9, allí los y las locatarias cuentan con un grupo de guardianes que se autodenomina “Ángeles Justicieros”, estos se encargan de evitar que los asaltantes y extorsionistas hagan de las suyas, los ubican y eliminan. Nadie sabe a ciencia cierta quién paga a este grupo sus servicios, lo cierto es que allí ladrón visto, ladrón muerto, porque argumentan que las personas lleguen a realizar sus compras con tranquilidad.