Editorial

Ojo por ojo, diente por diente

Ayer, en el Hospital General San Juan de Dios, falleció Esteban Rogelio Custodio Pérez, de 24 años, víctima de politraumatismo, quien fue trasladado por los cuerpos de socorro, luego de que una turba lo vapuleara en la zona 1 capitalina.

La aglomeración señalaba al hombre de haber accionado su arma de fuego en contra de una mujer, segándole la vida. La ahora occisa, Olimpia Jacobo, de 35 años, se opuso al robo de su vehículo, a cuatro cuadras de donde la enardecida turba la emprendió a golpes contra el hoy fallecido.

Resulta terrible imaginar el nivel de salvajismo que pueden ser capaces de expresar algunos conciudadanos, encendidos por la frustración de los hechos violentos diarios han llegado al extremo de provocar la muerte a golpes a una persona que, en todo caso, debió ser capturada, enjuiciada y castigada de conformidad con la ley, y no muerta a manos de particulares. También es cierto que esta gente actuó motivada por la desesperación colectiva que producen la impunidad y los altos índices de violencia criminal que a diario se vive en nuestro país, y su propio concepto de aplicación de justicia.

Es preciso que la ciudadanía comprenda la importancia de llevar ante las autoridades a los responsables de cometer actos delictivos, para que sean castigados de conformidad con la ley y no conforme a la ley del Talión del Antiguo Testamento que dice: “Ojo por ojo y diente por diente”. Aunque aparentemente resulte más efectivo asesinar con el consenso colectivo a un criminal, resulta más dañino para la sociedad, pues los linchamientos atentan contra el orden social, de la misma forma que lo hace el crimen, pues, en esencia, también lo es.

Por lo tanto, es necesario que la ciudadanía se comporte de conformidad con las leyes y no ejerciendo justicia por mano propia, pues si continuamos aplicando la ley del Talión, muy pronto nos quedaremos todos ciegos.

Deja un comentario

Descubre más desde Al Día

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo