Las mejores recetas de verano en casa
Comer fuera de casa es para muchas personas como ese premio honorífico con el que se auto premian por un día bien trabajado; la opción perfecta para celebrar algún logro o éxito, o simplemente la excusa ideal para salir de casa, elegir el tipo de comida que apetece en el momento y disfrutar de ese tiempo con amigos, familia o pareja.
La comida es uno de los mayores placeres de la vida, una opinión casi unánime a nivel internacional. De hecho, cuando se visita una ciudad o país nuevo, lo primero que los turistas tienden a buscar es el tipo de gastronomía y algún plato típico para probar en los días en el destino. Tal es la relevancia de la gastronomía y la cocina en el mundo que en sectores también en auge como son los casinos existen slots relacionados con la comida en https://www.casino777.es/tragaperras.
Los ingredientes base de temporada
Por supuesto, los ingredientes básicos del verano son aquellos llenos de vitamina y frescor, como las frutas y las verduras como el tomate, el pepino, la lechuga, el melón, la sandía y la ciruela; ya sean como postre o como parte de alguna dieta o menú. Y por supuesto, siempre primando la proteína necesaria en cada comida para cuidar la dieta.
Ensaladas
La ensalada es siempre una opción acertada para cualquier comida o cena, pero sobre todo en los meses más calurosos del año, donde siempre gusta una comida fresquita. De hecho, es una forma de incorporar las legumbres típicas de puchero de invierno en los meses de verano, sin dejar de incluir estos nutrientes en la dieta bajo la excusa de ser verano y no querer comer platos calientes.
Con el paso de los años las ensaladas han ido evolucionando. Comer ensalada no tiene nada que ver con hojas verdes infinitas aburridas. Ahora la ensalada es un plato gourmet digno de los mejores restaurantes con estrella Michelín, siendo una de las más preferidas la ensalada campera de verano, un clásico de toda la vida que sustituye las hojas verdes por ricas patatas cocidas, el secreto mejor guardado de este plato.
Ensalada de garbanzos
Los garbanzos contienen vitamina K, hierro, fosfato, calcio, magnesio y zinc, es decir, son un tipo de legumbre rico en nutrientes, fibras, vitaminas, proteinas y minerales necesarias para el correcto funcionamiento del ser humano, contribuyendo a mejorar el tránsito intestinal, el colesterol, la glucosa en la sangre; en definitiva de las mejores fuentes de energía.
Hoy en día, es muy sencillo utilizar los garbanzos no solo en versión puchero y cocido, sino en recetas frescas para el verano, como son las ensaladas. La vieja escuela defiende y defenderá que los garbanzos no se compran cocidos, sino que se cuecen a fuego lento en la mejor estufa de gas, porque los fogones son los mejores aliados de la cocina; pero la realidad es que los botes cocidos solucionan la vida a muchas personas.
No hay mucha elaboración en la ensalada de garbanzos, y aunque puede combinarse en base al gusto del consumidor, una idea es cocinar un poco los garbanzos a la sartén con un chorro de aceite y echarlos en la ensalada con aguacate, pepino, tomate, cebollino y una guarnición final de bonito. Se pueden triturar los ingredientes a modo salsa o simplemente cortas en pequeños daditos llenando de color el plato.
Ensalada de naranja y bacalao
Muchos lo conocen como el remojón andaluz, pero la realidad es que este tipo de ensalada suele enamorar a todo el paladar que la prueba. Una vez más desaparecen las típicas hojas de lechuga y en esta ocasión solo hay tres ingredientes estrella: naranja, bacalao y cebolla; aunque en algunas variantes también se puede añadir huevo duro. Como la paella mediterránea que aúna mar y montaña, pues la ensalada de naranja y bacalao es una idea espectacular para un entrante juntando lo mejor de la fruta y del mar.
