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Medidas de prevención frente al dengue, el Chikunguya o el Zika

Los vectores son organismos vivos que pueden transmitir enfermedades infecciosas entre personas, o de animales a personas. El dengue, el Chikungunya o el virus de Zika, son tres enfermedades que han estado muy presentes a nivel mundial desde las últimas décadas y que se transmiten principalmente por mosquitos infectados del género Aedes. Estos vectores y sus lugares de cría suponen un importante factor de riesgo de infecciones. “Los mosquitos Aedes Albopictus han conseguido desde el año 2004 hasta la fecha entrar en 17 países europeos”, asegura Simón. Esta situación global, necesita una respuesta.

¿Qué medidas se deben tomar?

Según Ricardo Molina, del Área de Entomología Medica del Instituto de Salud Carlos III, “los artrópodos son capaces de albergar una gran variedad de patógenos que afectan tanto a animales como personas. Su conocimiento, comportamiento, taxonomía  y ciclo biótico debe ser exhaustivo para regular las infecciones”.  

Asimismo, Molina señala las medidas de prevención ante los mosquitos vectores, de acuerdo con las directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS):

  • Utilizar ropa que cubra un porcentaje máximo del cuerpo y que sea de colores claros preferiblemente.
     
  • Emplear barreras físicas a través de mallas mosquiteras y barras protectoras, sobre todo a la hora de dormir la siesta.
     
  • Buscar y eliminar los focos de criaderos de mosquitos, como son las zonas húmedas o neumáticos.
     
  • Las mujeres embarazadas deben extremar las precauciones.

El uso de repelentes también es de gran utilidad como medida de prevención ante la posible transmisión de enfermedades por parte del mosquito Aedes. Existen de dos tipos: los sintéticos convencionales, como por ejemplo  DEET o Ircaridin. O aquellos conocidos como biopesticidas, entre los que se encuentra el IR3535.

“El cambio climático no es el único responsable en la emergencia de muchas enfermedades, también influye el cambio global”, asegura Molina. La creación de usos agropecuarios, así como la modificación del terreno ha favorecido la creación de vida de estos animales, adaptándose muy bien al entorno del ser humano. Esto ha supuesto que el 17 por ciento de las enfermedades infecciosas sean transmitidas por estos vectores.