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EE. UU. deporta a cientos de centroamericanos que huyeron de pandillas

Cientos de migrantes que huyeron de pandillas violentas fueron deportados de regreso a América Central bajo la llamada política de tolerancia cero aplicada por el gobierno estadounidense desde mayo, divulgó hoy la agencia Associated Press (AP).

El presidente estadounidense, Donald Trump, quien desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2017 ha promovido una línea dura contra la inmigración legal e ilegal, señaló que tal medida busca evitar los cruces de indocumentados e impedir que miembros de esos grupos criminales lleguen a esta nación.

Los inmigrantes ilegales, sin importar cuán malos puedan ser, entran e infestan nuestro país, como MS-13, tuiteó el mandatario el mes pasado, cuando se generó gran indignación porque la política que establece el enjuiciamiento de quienes ingresen ilegalmente llevó a la separación de padres e hijos.

Pero aunque el republicano justifica prácticas controvertidas con el intento de evitar la entrada de criminales, AP indicó que solo un 0,09 por ciento de las más de 310 mil detenciones realizadas por la Patrulla Fronteriza en el año fiscal 2017 pertenecieron a miembros de pandillas que operan en Centroamérica.

De acuerdo con el medio, es más común que sean las personas que escapan de esas bandas las que intentan cruzar a territorio norteamericano.

En 2000, los agentes fronterizos interceptaron a 1,6 millones de inmigrantes en el límite suroeste del país, de los cuales el 98 por eran mexicanos y apenas 29 mil procedían de otras naciones.

Tal balance había cambiado considerablemente el año pasado, cuando las autoridades norteamericanas sorprendieron a casi 163 mil migrantes de El Salvador, Guatemala y Honduras frente a unos 128 mil mexicanos.

Kathy Bougher, una estadounidense que investiga el costo humano de la inmigración, declaró a la agencia que esas personas, en su mayoría, están huyendo de la violencia en sus países de origen y necesitan seguridad.

El medio citó el testimonio de una salvadoreña que perdió dos hijos por esa situación y viajó con su pareja a Estados Unidos el 13 de mayo, con la esperanza de ir a la ciudad de Houston, Texas, y reencontrarse con el único hijo que les queda vivo, quien cruzó la frontera estadounidense hace un año.

Pero solo una hora después de entrar al estado, fueron capturados por la Patrulla Fronteriza, separados y encarcelados; y la mujer, con las muñecas y los tobillos encadenados, fue deportada el jueves junto con un centenar de inmigrantes de El Salvador, mientras su pareja sigue detenida en Texas.

Los datos recopilados por AP se difunden luego de que la administración Trump ordenó el mes pasado a los jueces de inmigración dejar de otorgar asilo a muchas víctimas de violencia de pandillas y abuso doméstico.

Con información de AGN.