Editorial

Sin respeto por la vida

Varios vecinos que transitaban por un camino de terracería que conduce a Santiago Sacatepéquez se encontraron con un horripilante espectáculo: Un cuerpo humano ardía en llamas a la orilla del camino, por lo que alertaron de inmediato a las autoridades, quienes no lograron la identificación del cadáver. pues fue consumido en su totalidad. El hecho ocurrió ayer por la mañana.

Resulta imposible imaginar la terrible impresión que ocasionó la terrorífica escena en los lugareños, pero resulta aún peor imaginar la clase de personas que fueron capaces de quemar vivo a otro ser humano.

Este hecho, que parece sacado de una película de terror debería llamar al pueblo de Guatemala a la reflexión en cuanto al desprecio por la vida que se pone de manifiesto en estos actos de barbarie. Debemos ser capaces de profundizar en la urgente necesidad de humanizarnos ante la inhumanidad.  Debemos tener la capacidad de luchar por la verdad y la justicia, indignándonos ante este cruel desprecio por la vida de un ser humano que terminó sus días reducido a cenizas y de quien hasta el momento, nadie conoce su identidad, ni las causas que motivaron su asesinato.

Es necesario que todos los guatemaltecos seamos capaces de ver más allá de este acto de profunda inhumanidad visualizando en los calcinados restos, a un ser humano que era hijo, hermano y nieto de alguien, quien quizá aun no esté enterado del salvaje fin que tuvo su familiar y cuya angustia cabe imaginar al pensar en la desaparición de su ser querido.

Asimismo, es necesario destacar que los vecinos de la comunidad, deberían ser apoyados por profesionales de la psicología para que puedan enfrentar adecuadamente el traumático evento.

Por su parte, las autoridades deben proseguir las investigaciones, utilizando todos los recursos tecnológicos y humanos a su alcance a efecto de determinar la identidad del fallecido y de sus asesinos, para que enfrenten la justicia y se les castigue con todo el peso de la ley.

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