Editorial

El peligro de aplicar justicia por mano propia

Dos hombres que se conducían en una motocicleta perdieron la vida, luego de ser detenidos, vapuleados, atados de pies, linchados y quemados por un grupo de vecinos de la aldea San José El Tablón, Villa Canales, a quienes los vecinos señalaron de haber asaltado a un peatón.

Junto con la motocicleta en la que se conducían fueron rociados con gasolina y prendidos en llamas, lo que les provocó graves quemaduras que terminaron con su muerte. Uno de ellos falleció en el lugar y el otro en el Hospital Roosevelt a donde fue trasladado por Bomberos Voluntarios.

Sin embargo, de acuerdo con la versión de los familiares de ambos fallecidos, ellos se dedicaban a la albañilería y fueron atacados por error, por una turba enardecida de vecinos de la aldea donde se produjo la muerte de estas dos personas a manos de una población que, cansada de ser objeto de robo, decidió tomar la justicia por su propia mano, sin considerar las consecuencias trágicas de hacerlo.

Resulta trágica la pérdida de vidas humanas útiles a la sociedad como resultado de una confusión, malentendido o error, lo que sumado a la histeria colectiva, terminó con la vida de dos personas útiles para el país.

Asimismo, los guatemaltecos deberíamos ser capaces de cuestionar de cómo reaccionaría cada quién, de enfrentar a una turba enardecida y furiosa que juzga y condena sin tribunal, ni pruebas y que ejecuta la sentencia sin escuchar los argumentos en favor de la culpabilidad o inocencia de nadie.

Aunque el horror vivido por estas dos personas (principalmente, si eran inocentes), los últimos instantes de su vida, resulta muy difícil de imaginar. Por el contrario, resulta fácil imaginar el sentimiento de culpabilidad colectiva de la comunidad al haber hecho justicia por su propia mano, incinerando a dos personas de bien a la sociedad, extremo que tampoco se justifica de haber sido culpables, bajo ninguna circunstancia.

Es necesario frenar los linchamientos educando a la población guatemalteca en relación a que únicamente las autoridades de justicia deben impartirla, pues de lo contrario se producen tragedias como la ocurrida ayer, en la aldea San José El Tablón, pero a la vez, es necesario que las autoridades dirijan sus esfuerzos en la prevención del delito y de los linchamientos y que se investigue a profundidad la identidad y las actividades de los fallecidos a efecto de limpiar su buen nombre y devolver a sus familias, al menos en mínima parte, el consuelo que brinda la justicia.

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