Cuidado en la carretera
El aumento en los índices de accidentes viales en las carreteras que cubren el territorio nacional se debe a muchos factores, entre los que destacan, el exceso de velocidad, la sobrecarga de los vehículos y la imprudencia de los conductores.
De acuerdo con información vertida por el Observatorio Nacional del Tránsito, en nuestro país los accidentes automovilísticos son la segunda causa de muerte, únicamente superados por los incidentes que involucran la violencia armada.
De los incidentes automovilísticos, el 80% encuentra sus orígenes en el factor humano, mientras que el otro 20% se relaciona con desperfectos mecánicos y malas condiciones de la cinta asfáltica.
En su mayoría, los accidentes que pasan por culpa del ser humano, son por la falta de respeto a las señales de tránsito, el exceso de velocidad, manejar bajo efectos alcohólicos, y el uso del teléfono celular mientras se conduce, además del irrespeto que hay entre ciudadanos.
Cuando se conduce, se debe tener presente que toda acción siempre tiene consecuencias y al volante estas pueden ser muy graves. Cuando vamos en carretera, una distracción se puede convertir en un accidente en cuestión de segundos y, en muchos casos, podría evitarse, con solo tomar las precauciones básicas para manejar.
Recientemente, un incidente vial ocurrió en el kilómetro 18.5 de la ruta Interamericana, involucró a 9 vehículos, incluyendo un tráiler que embistió al resto de automotores, lo que de acuerdo con información proporcionada por los bomberos Voluntarios, ameritó el traslado de cinco personas al Hospital Roosevelt y al Hospital General de Accidentes del IGSS 7-19.
En los últimos dos meses, la ruta Interamericana ha sido escenario de al menos siete hechos de tránsito, es el sector donde se produjo el último, el pasado viernes.
Ante el aumento de los incidentes viales, es preciso que las autoridades ejerzan de manera efectiva sus funciones de prevención, pero sobre todo que los pilotos tomen consciencia de la necesidad de extremar las precauciones al conducir un vehículo automotor, pues de nuestra responsabilidad o irresponsabilidad podría depender nuestra vida, la de nuestra familia o, incluso, la de otras personas.