Editorial

Hasta dónde llega la maldad

Estamos viviendo en una sociedad que se encuentra inmersa en una total falta de valores, en donde es fácil hacer daño, y se puede hacer de muchas maneras, desde la calumnia hasta los ataques premeditados, y donde si alguien se opone a los deseos enfermos de otros, corre el riesgo de ser asesinado.

Ayer, de nuevo las autoridades dieron un golpe certero a las famosas clicas de las pandillas, pero esta vez el grupo se hacía llamar “Coronados Locos”, una clica que pertenece a la “Mara Salvatrucha” o “MS”. Pero lo más triste es que este grupo se dedicaba a la trata de personas, porque bajo el chantaje y la amenaza de muerte obligaban a jovencitas a prostituirse, para lo cual debían de tener relaciones sexuales con los presos que se encuentran en la mal llamada cárcel de máxima seguridad de El Boquerón, la cual se ubica en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa. Muchas eran “enganchadas” cuando acudían a ver a algún familiar que por azar del destino se encuentra tras las rejas, y así pasaban a formar parte del servicio sexual para los detenidos en otros sectores. También las captaban en las calles.

Sin embargo, quien se oponía al pedido de los mareros firmaba su sentencia de muerte, ya que los esbirros las secuestraban, las torturaban y luego las asesinaban, para posteriormente descuartizarlas.

Uno de estos hechos macabros ocurrió el 10 de agosto de 2016, cuando Guadalupe Leidi Lorena Cifuentes Sian, de 16 años, quien se negó a acceder a lo que estos pandilleros “le ordenaban”, porque no quería que su cuerpo fuera mancillado por enfermos mentales. Finalmente, pagó con su vida al oponerse. Ese día fue hallada en la manzana “K” de Mártires del Pueblo, zona 4 de Villa Nueva. El cuerpo de la adolescente fue desmembrado y quemado, crimen que según las autoridades fue cometido por los ahora detenidos.

Entre los arrestados se encuentran varias mujeres, que igualmente no tienen piedad con sus víctimas, nunca consideraron que las jovencitas a las que les hicieron daño y mataron, pudieron ser sus hijas o hermanas. Por qué la saña para darles muerte así, tan solo por decir “no quiero prostituirme”, y eso les hizo a estos asesinos embrutecerse para darles muerte de esta manera. Que Dios se apiade de ellos.

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