Editorial

Guatemala bajo fuego

Ayer, en el interior de una unidad de transporte colectivo quedaron sin vida los cuerpos de Pedro Saquic, de 42 años, quien era piloto de la misma, y de Leonardo Tecún Ordoñez, de 30, quien se desempeñaba como ayudante en el mismo bus, luego que un sicario les disparara a ambos en repetidas ocasiones. Otra vez, la trágica es cena se repite en nuestra Guatemala.

Crece de forma incontrolable la cifra de niños que quedan en la orfandad a consecuencia de las balas asesinas e impunes, con cada crimen perpetrado y originado por la extorsión. De acuerdo con versiones de familiares del piloto asesinado, el mismo habría sido objeto de extorsión, luego de que varios pandilleros le entregaran un teléfono celular mediante el cual le exigieron el pago de la suma de Q30 mil que el mismo no pagó, por lo que reaccionaron y le dieron muerte.

Resulta terrible imaginar la angustia de las últimas horas de vida de Pedro Saquic, quien durante 20 años condujo un bus en la ruta que se dirige hacia el occidente del país, y quien deja en la orfandad a tres hijos llena de indignación el impune asesinato de un hombre cuyo único delito fue trabajar honradamente, para llevar a su casa el alimento diario a su familia. De la misma forma, el caso del ayudante que perdió la vida en el mismo hecho de violencia.

Las autoridades deben poner un alto, de una vez por todas, a esta situación que llora sangre. No es posible que se sigan asesinando a hombres trabajadores, no es posible que todos los días alguien pierda a un ser querido debido a la delincuencia. Es necesario que la ciudadanía demande firmemente de las autoridades de gobierno una respuesta inmediata ante el accionar de los delincuentes, pues estos no se tientan el alma para asesinar a sangre fría a quienes no acceden a sus demandas.

Es necesario que el pueblo de Guatemala se levante en una sola voz, en contra del proceder de la delincuencia y en favor del establecimiento de un Estado de derecho, don – de la vida y la propiedad privada sean respetadas de conformidad con lo que mandan las leyes de nuestra Guatemala.

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