No hay que tentar a la muerte
A inicios de esta semana tocamos el tema, en torno a no abusar de la velocidad al volante, porque de hacerlo estaríamos poniendo en peligro nuestras vidas, así como de quienes nos acompañen, muchas veces familiares y amigos, o bien compañeros de trabajo. Se citó como ejemplo lo ocurrido en la autopista al puerto San José, Escuintla, donde en el kilómetro 78 de la citada ruta, por causas que se ignoran, el conductor de un picop, en el cual viajaba una familia, perdió el control del mismo, volcó sobre la carretera y dio varias volteretas hasta detenerse, pero las personas que iban tanto adentro como en la palangana quedaron regadas.
En total, cinco vidas fueron apagadas en el lugar. Era una familia que regresaba hacia su casa, luego de tener un día alegre en las playas del puerto San José, pero la velocidad los mató, literalmente. Ayer, de nuevo, en horas de la madrugada ocurrió un violento choque en la capital, en la zona 1, específicamente en la 2a. avenida y 14 calle, que según se ve en las imágenes captadas por una cámara de seguridad que grabó el choque, se puede apreciar que ambos conductores tuvieron parte de culpa en lo ocurrido.
En el video captado se ve claramente cuando el que viene por la calle lo hace a gran velocidad, y no se detiene al llegar al cruce de la avenida, y al pasar es impactado por el camión, el cual se aprecia que también iba rápido. Ahora bien, quién va a cargar con “los platos rotos” e indemnizar a la familia de la víctima mortal, y reparar los daños, esto es algo que van a tener que definir el juez. Pero lo claro del asunto es que el abuso de la velocidad al conducir nos hace “tentar a la muerte”, no solo a la suerte.
Se debe recordar que, a pesar de que sean horas de madrugada y se puede conducir con más tranquilidad, en muchos puntos no hay semáforos funcionando y, por lo tanto, debemos ser más cuidadosos. La suerte no siempre está de nuestro lado al conducir, y al hacerlo de forma irresponsable lleva a estos trágicos eventos, que a la postre solo causan dolor a la familia, no solo de las víctimas mortales, sino de los sobrevivientes, que deben afrontar no solo los pagos hospitalarios, si los hay, y el daño hecho.
Si maneja, hágalo con cuidado, y reduzca su velocidad al llegar a cada crucero, más vale llegar unos minutos tarde a nuestro destino, que nunca hacerlo, o finalizar en una silla de ruedas.