Las cosas no se resuelven así
No es la primera vez que vemos, leemos y escuchamos en las noticias hechos que son totalmente lamentables y dolorosos, y que no solo afecta a los adultos, sino principalmente a los niños, nos referimos a las peleas entre los padres.
Las parejas, todas sin excepción, tienen momentos duros en los hogares, y a veces hay pequeñas discusiones, pero lamentablemente es necesario aprender de los errores de otros para sacar algo positivo para nuestras vidas, y como dice el refrán popular “pan para mi matate”.
El caso al que hoy nos referimos ocurrió hace dos noches, en una vivienda de la zona 3 de la aldea Boca del Monte, Villa Canales. Una pareja de esposos tuvo un altercado, el cual se salió de control, al tal extremo que los gritos fueron escuchados por los vecinos. Al final, el hombre, quien no pudo controlar su ira, reaccionó de forma violenta y disparó contra su esposa, y al ver lo que había hecho, al estar cegado por la ira, tomó la fatal decisión de quitarse la vida y se disparó.
De este triste caso, quienes más sufrirán son sus familiares, sus hijos, si los tenían, y los padres de ambos, que ahora los lloran y se alistan para irlos a sepultar, algo que no esperaban, pero la tragedia tocó a su puerta.
Las parejas, tanto de novios como de esposos, deben obtener una lección de este caso, debemos aprender a controlar nuestro carácter y, cuando se presente un problema, en lugar de buscar pleito y de “echarle más leña al fuego”, es necesario hallar la forma de solucionar los inconvenientes, sean cuales sean, dialogando y sin pelear.
La ira solo lleva a más ira, y esto hace que todo ser humano se descontrole y haga cosas de las cuales luego se arrepiente, pero a veces ya es demasiado tarde. Por eso, insistimos, el diálogo debe prevalecer ante toda situación hostil. Si uno es el fuego, el otro debe ser el agua.
La vida es hermosa y debemos vivirla de esta manera. Además, cuando las cosas ya no funcionan en pareja, se debe buscar ayuda para reactivar lo que se está muriendo o bien, con sabiduría, tomar cada quien su camino y evitar que ocurran este tipo de hechos, que solo dejan más dolor y heridas en los corazones que no sanan con facilidad, y que solo Dios en su misericordia puede ayudarnos a sanar.