“Ya no somos nuevos”
“Ya no somos nuevos”, fue el grito de los nuevos universitarios de la Facultad de Ingeniería que fueron bautizados ayer como parte de una tradición de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en el campus de la zona 12 y, para evitar posibles abusos o excesos, hubo presencia de delegados de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
A las 7:30 de la mañana, ya estaban listos los 600 varones y 100 mujeres, dispuestos a pasar la prueba del bautizo. Inicialmente ingresaron en un tobogán, en donde fueron bañados, luego realizaron varios ejercicios, cuando fueron lanzados al suelo, los hombres se quitaron la ropa para quedarse en prendas menores y las mujeres únicamente les vertieron, desde la cabeza hasta los pies, todo tipo de sustancias con olores fétidos, luego corrieron por el campus universitario, acompañados de sus respectivos padrinos, además, siempre bajo el control del comité de orden de la Asociación de Estudiantes de Ingeniería. Al final, todo transcurrió con normalidad.
Supervisión de la PDH
Los participantes de la actividad fueron supervisados por delegados de la Procuraduría de Derechos Humanos, para verificar que no se violentaran los derechos humanos de los estudiantes, el bautizo fue voluntario según indicaron varios alumnos del primer ingreso, quienes dijeron sentirse orgullosos de pertenecer a la máxima casa de estudios superiores. “Para no perder la tradición en nuestra Facultad, se invitó a los nuevos compañeros para participar en el bautizo, es una diversión estudiantil, sin violentar sus derechos, invitamos a la Procuraduría de los Derechos Humanos para que ellos fueron testigos de las actividades, por cierto todo transcurrió sin problemas”, indicó Pablo Chiric, dirigente estudiantil.