Una acción que se debe aplaudir
La vida te da oportunidad para hacer algo en beneficio de los demás. Esto se aplica a lo sucedido ayer a Edgar Conrado López Marroquín, quien labora como guardaespaldas de un comerciante, en Sanarate, El Progreso, ya que al ver lo que estaba ocurriendo y escuchar a un niño llorar, tomó la decisión de arriesgar su propia vida y salvar la del menor.
Es un acto heroico que merece el reconocimiento público, porque ingresar a un lugar donde el fuego está presente y se ha saturado de humo, sin el equipo necesario, se requiere de tener mucho coraje, y esto es de lo que se armó López Marroquín. Como él mismo lo reconoce, nadie se atrevía a ingresar al inmueble que se incendiaba, y solo el amor que tiene por los niños lo hizo aventurarse. Ahora ese esfuerzo será compensado, quizás no por el ser humano, sino por el Creador que vio su esfuerzo.
Ahora corresponde a los médicos el luchar porque el niño Fernando José Ramírez Fajardo, de tan solo 3 años, pueda recuperar su salud. Pedimos a Dios para que el menor pueda recuperarse y que no guarde muchas cicatrices. Claro está, no debemos olvidar que otras tres personas, la abuela y el tío del pequeño, también resultaron con graves quemaduras, y uno de ellos se encuentra en estado grave, para ellos van nuestras oraciones.
A la vez, hacemos un llamado a los padres de familia, para que procuren no dejar solos a los hijos en la casa, no importa si van a la tienda y esta se encuentra a la vecindad de la casa, hay que llevarlos, más si nuestros hijos son chiquitos y no se pueden valer por sí mismos, o buscar ayuda en caso de emergencia, y tampoco dejemos la estufa encendida, sea esta de leña o de gas, porque los accidentes pueden ocurrir de un momento a otro.
Ayer, dos noticias llamaron la atención, como siempre el ataque a los prestadores de servicios, de nuevo un piloto y un ayudante de un bus urbano fueron asesinados, ante la mirada aterradora de los pasajeros, que nada pudieron hacer, el asesino escapó, dejando atrás de nuevo a dos familias enlutadas. Pero también vemos cómo el odio lleva a las personas a hacer cosas de las cuales se pueden arrepentir, una mujer despechada asesinó a tiros a otra, y lo hizo también ante la mirada de los compradores y vendedores, en Cuilapa, Santa Rosa.