“Vi cómo le dispararon al chofer”
“Gracias a Dios estoy vivo, porque el asesino estuvo sentado a la par mía, se le veía nervioso me miraba a cada momento. Luego, de improviso, se levantó y disparó tres veces contra el pobre chofer. En plena marcha el pistolero se tiró del bus, después la camioneta se fue estrellar contra la pasarela, del cuentazo caí encima del piloto. Qué lamentable lo sucedido, qué susto me llevé. Todos los pasajeros gritamos”, decía Nery Ramos, al narrar su experiencia, ya que presenció el crimen y logró ver al atacante, ya que viajaba en el sillón de atrás del conductor asesinado.
El hecho
En el kilómetro 18.2 de la ruta Interamericana, empotrado en una pasarela, quedó abatido el cadáver de José Luis Marroquín Gómez, de 25 años, quien manejaba el bus urbano, el cual venía procedente del kilómetro 21.5 de la misma ruta, jurisdicción de la aldea Lo de Coy, zona 1 de Mixco. El atentado tuvo lugar cuando el bus se conducía sobre el puente a desnivel de la entrada a Ciudad San Cristóbal. El temor de los 15 pasajeros era que, tras ser mortalmente herido el piloto, se produjera una tragedia. Al final, el bus se empotró en las gradas de la pasarela, donde finalmente detuvo la marcha.
Pistola en mano, el sicario se lanzó del bus antes que chocara, luego se levantó para correr en donde lo estaba esperando un cómplice, para escapar con rumbo hacia a la capital, mientras los afectados se bajaron del bus bastante nerviosos, ya que vieron cómo fue asesinado el chofer. Los bomberos Voluntarios con sirena abierta acudieron al lugar del suceso, verificaron que el conductor tenía tres perforaciones de bala en la cabeza, la muerte fue al instante, ya no pudieron hacer nada por salvarle la vida.
“No pudo celebrar el cumpleaños de mi nieto” Minutos después del crimen se presentó la señora Herminia Gómez, quien reconoció el cadáver de su hijo, e indicó que él tenía cuatro años de manejar buses en Mixco. Ella dijo que “hoy (ayer) en la mañana se despidió con un beso y le di la bendición del día, y pedí que no le pasara nada. Que Dios bendiga a esta gente que hizo esta la maldad y le arrebataron la vida a mí hijo, me arrancaron un pedazo del corazón. Hoy (ayer) está cumpliendo años mi nieto Alejandrito, pero no pudo celebrarlo porque su papá está muerto. Él sabía perfectamente que el trabajo era bien arriesgado, pues hace ocho días unos mareros les entregaron un celular a los pilotos de estos buses, y al llamarlos les exigían Q10 mil de entrada y Q1 mil semanal”, dijo llorando la madre del piloto asesinado.
