Editorial

De nuevo poniendo el dedo en la llaga

Dos hechos ocurridos en un lapso de 24 horas, los cuales tienen que ver con la mala calidad de los cilindros de gas que se venden a los consumidores en el país, con sus empaques en mal estado y la riesgosa fuga de gas en los mismos, han producido dos explosiones, las cuales han afectado a varias personas.

Como se recordará, el primero de estos hechos lamentables, que destruyó el local donde se almacenaban varios cilindros de gas que se vendían al consumidor, léase comedores, tortillerías y amas de casa, la fuga en un tambo de 100 libras se acumuló durante la noche y causó el estallido cuando el encargado abrió el expendio.

Este evento tuvo lugar en la 11 calle y avenida Elena de la zona 3 capitalina, donde la onda expansiva destruyó todo a su paso, tanto el local donde estaban los tambos, una lavandería y las casas frente al lugar y un carro resultaron con daños, ya no digamos el trabajador que tuvo que ser llevado por los bomberos Voluntarios al Hospital General San Juan de Dios.

Ayer, siete y media de la mañana, en la 16 calle 12-08 de la colonia San José Las Rosas, en la zona 6 de Mixco, se produjo el estallido de gas licuado en el interior de un comedor y tortillería, tres mujeres que laboraban en el lugar resultaron con quemaduras y fueron auxiliadas por los bomberos Municipales.

Estos dos hechos deben llamar la atención de las grandes compañías que se encargan del envasado del gas propano, ya que como está quedando evidenciado, los empaques, sellos que están en las válvulas de salida de los tambos, tienen fallas, y están dando lugar a fugas de gas. Claro está que estos casos han tenido notoriedad porque se han producido explosiones, que han dejado destrucción de propiedad privada y personas lesionadas.

Es urgente que las autoridades del Ministerio de Energía y Minas lleven a cabo una revisión, pero minuciosa, en todos los depósitos de venta de gas, para ver qué cilindros se encuentran en mal estado, retirar los mismos para que las empresas los saquen de servicio, si ya no tienen reparación, pero que los arreglos que hagan sean de nuevo evaluados por expertos. Se debe recordar que muchos de estos tambos de gas están en las viviendas, donde hay niños, porque las amas de casa utilizan este producto para cocinar. Porque es mejor prevenir que lamentar la pérdida de una vida, al no tomarse cartas en el asunto.

 

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