Mago salvador
Messi siempre ha sido clave en el Barsa. No es ningún descubrimiento. Y a diferencia de lo que pueda pensarse por el cruel paso del tiempo, por las últimas derrotas colectivas o por la pérdida de peso a la hora de lograr algunos premios individuales, el delantero cada vez es más decisivo para su equipo. O mejor dicho, sus compañeros cada vez dependen más de sus dones. Esta temporada, sin ir más lejos, las apariciones estelares del argentino, en forma de goles y asistencias, han rescatado al Barsa hasta en nueve encuentros en pleno bajón del resto del Tridente. El miércoles, otra vez. Messi ha metido él solito al Barcelona en los cuartos de la Copa del Rey con sus decisivas faltas en la eliminatoria ante el Athletic, ha dado un empujón definitivo para estar en octavos de Champions con sus partidos ante el Celtic (dos goles en el 0-2) y el City (hat trick y un pase en el 4-0) y, además, ha permitido sumar diez puntos en La Liga para no darla todavía por perdida.
Está siendo un verdadero salvavidas. En la última semana, con la falta de San Mamés que dio vida al Barsa, con la del Estadio de La Cerámica en la que rescató un empate y con la del miércoles en el Camp Nou que evitó una prórroga, se ha acentuado más su poderío. Sin embargo, a lo largo de todo el curso está siendo así. Hay numerosos ejemplos que se suman a los ya narrados. En el Sánchez Pizjuán, con 1-0 en contra, Messi empató y regaló el 1-2 a Suárez. En San Sebastián logró el 1-1 tras adelantarse la Real.
Y en Pamplonalo ratificó (0-3) con dos goles, uno de ellos sentando a toda la defensa de Osasuna, e iniciando con un pase de genio el de Suárez. Messi ha sido importante también en otros muchos partidos. Hizo un hat trick en Champions al Celtic en el 7-0 y mojó también ante el Gladbach. Pero no hizo más que lo que tantas y tantas otras noches: dirigir contundentes victorias. En La Liga también repitió con dos goles ante el Betis (6-2) o el Leganés (1-5) o con un gol y asistencias ante el Deportivo (4- 0) y el Espanyol (4-1). Esos días, a diferencia del resto de partidos, no necesitó vestirse de héroe. Dos datos mantienen la teoría. Uno: el Barsa ha pinchado en tres de las seis veces que no ha jugado (50%). Y dos: desde que Leo coincide con Suárez y Neymar, dos estrellas en plena ascensión, ha sumado 125 goles, el uruguayo 100 y el brasileño 77.