No perdonaron la vida de vendedores de carros
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DOS SICARIOS QUE SE DESPLAZABAN EN UNA MOTOCICLETA DISPARARON CONTRA SU VÍCTIMA EN LA COLONIA SANTA ANA
La suerte del vendedor de carros Héctor Daniel Flores Cifuentes, de 38 años, estaba echada y nunca se percató que dos sicarios lo vigilaban y, al verlo salir de la casa, arrancaron la motocicleta en la que estaban y se le acercaron, uno de los vándalos desenfundó su arma de fuego y le disparó varias veces hasta verlo caer.
El asesinato se produjo en la 27 calle “A” y 35 avenida “A” de la colonia Santa Ana, zona 5 capitalina. Antes de ocurrir el ataque, según la versión de testigos, los motoristas estuvieron dando tres vuelta alrededor de la casa, hasta que controlaron que Flores Cifuentes estaba abandonando su vivienda, se dirigía a abordar un mini Cooper color rojo, cuando se aproximaron para rematarlo a corta distancia, luego escaparon en un callejón sin salida, todavía les dio tiempo de buscar escape, tal como lo lograron, aunque una unidad de la Policía Nacional Civil (PNC) acudió rápidamente al lugar, pero ya no pudieron coparlos a tiempo.
Los bomberos Municipales cubrieron la emergencia, verificaron que el comerciante había dejado de existir, por dos heridas de arma de fuego en la cabeza, mientras los familiares salieron a la calle para ver lo que estaba sucediendo, se llevaron la sorpresa de ver a Héctor Flores abatido a tiros. Se supo por medio de sus amigos y parientes que la víctima se dedicaba a vender carros desde hace tiempo, aunque indicaron a los investigadores policiacos que nunca les contó sobre alguna amenaza de muerte, aunque no se descarta una venganza personal, por haber hecho un mal negocio.
A pocos metros del car wash
El viernes pasado, en las cercanías del lugar, también fue asesinado Allan Ronaldo Escobar Juárez, de 19 años, quien fue sorprendido por un pistolero cuando se encontraba limpiando un automóvil en el interior del car wash ubicado en la 35 avenida “A” y 27 calle “A” de la colonia Santa Ana, zona 5. Se ignora el móvil del atentado, pero no se descarta que se trató de una represalia de una clica.