Editorial

Duelo en el deporte

Hoy, hay luto en las filas del atletismo guatemalteco, pues dos de sus más grandes representantes murieron en lo alto del volcán de Acatenango, Chimaltenango, al cual ascendieron junto con otras personas el pasado sábado. Se trata de Yajaira Roldán y Lucía Sánchez, ambas formaban parte del equipo Cementos Progreso, su intento por alcanzar la cima del coloso, el cual por cierto, ya habían ascendido, pero con otro clima, ayer la circunstancias fueron diferentes y el tiempo que había empezado a cambiar, debido al frente frío que atraviesa el territorio nacional dejaba sentir su fuerza.

Las bajas temperaturas y el fuerte viento que soplaba en esa región montañosa hicieron que las cosas se pusieran difíciles, ya que las casas de campaña que llevaban no soportaron las embestidas del viento, y fueron arrancados, destruidas y arrastradas por el ventarrón. El termómetro descendió a niveles de congelación, pues en la capital se sentía el impacto del viento y el frío, ahora se pueden imaginar en la zona montañosa, bajó a bajo cero, y si los miembros del grupo no contaban con el equipo adecuado para protegerse y hacerle frente a la helada, su cuerpo sucumbió por la hipotermia que es el principal enemigo.

Los socorristas, a quienes hay que admirar, ya que no les importó el mal tiempo, subieron a buscarlas, lograron rescatar con vida a una de ellas, a quien llevaron al hospital, al cual también llevaban a Yajaira Roldán, pero en el descenso dejó de existir. Debido al mal tiempo imperante en la zona, las operaciones de búsqueda de otros miembros del grupo fueron suspendidas, y hoy al amanecer, los socorristas volverán a ascender para ubicarlos.

De este triste caso, solo queda hacer un llamado a aquellos que deseen escalar los volcanes, lo hagan llevando todo el equipo necesario para protegerse del frío, pues debe recordarse que estamos en la cima de estos colosos, el clima puede cambiar abruptamente, ya sea que llueva o bien las bajas temperaturas se incrementen, al extremo de llegar a niveles de congelación, lo cual es letal para la vida. A las familias de las atletas y de las otras personas que fallecieron en el volcán de Acatenango, el más sentido pésame, que Dios les dé fuerzas para pasar este amargo momento.

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