Editorial

Bueno ahora ya saben donde está

Que el exministro de Energía y Minas, Erick Archila Dehesa, siga gozando de libertad y no enfrente a la justicia con hidalguía para demostrar que no está implicado en lo que le acusa el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), constituye para el sistema judicial una total burla. El exfuncionario fue detenido en Estados Unidos el pasado 13 de diciembre, por irregularidades en su visa, y aunque no se sabe con certeza si estuvo preso o no por 17 días, pues se sabe que fue puesto en libertad el pasado 30 de diciembre, tras cancelar una fianza de US$ 25 mil (unos Q188 mil).

Qué pasó con el cruce de información que supuestamente hay entre las autoridades, principalmente con los miembros de la CICIG, que ni por un momento se enteraron de que el señor Archila Dehesa estaba arrestado, si es que tanto lo buscan. Varios de sus cómplices en el caso de “La Cooperacha” se encuentran detenidos en las prisiones VIP de Guatemala, pero este exfuncionario sigue al aire libre, burlándose de los guatemaltecos. Es evidente que la Interpol jamás ha estado al pendiente de su ubicación, ya que de hacerlo inmediatamente el día que lo aprehendieron y le iniciaron proceso por su visa ellos lo hubieran sabido, y este señor ya estaría en Guatemala enfrentando a la justicia.

Claro está, luego del alboroto causado por su situación en Estados Unidos, ahora el MP da a conocer que iniciará la solicitud formal de extradición, luego que ahora ellos sí saben dónde está. Bueno, pues “a ponerse las pilas», como se dice popularmente, para evitar que de nuevo la persona a la que piensan detener se “vuelva humo” y una vez más se queden con los “colochos hechos” y no lo puedan presentar ante la justicia. El pueblo de Guatemala espera que las autoridades agilicen todos los procesos para que esta persona, quien está sindicado de actos de corrupción, sea llevado ante la ley, porque la caída del gobierno del Partido Patriota abrió la “Caja de Pandora” sobre el nivel de corrupción existente en todas las esferas del Estado.

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