A respetar la velocidad
Los accidentes de tránsito no se dan por casualidad, tienen un inicio y un final. Al parecer, algunos conductores de diverso tipo de vehículos, desde bicicletas, pasando por motos, carros, camiones y buses urbanos y extraurbanos, creen ser los ases de las carreteras. Y muchos de esos pilotos, al estar frente a un volante, se consideran grandes figuras de las carreras de automovilismo, y aceleran a más no poder, tanto en las calles citadinas como en las carreteras y caminos vecinales y, muchas veces, su imprudencia los lleva a provocar accidentes de tránsito que dejan saldos lamentables, ya sea de personas gravemente heridas, que pasan gran parte de su recuperación en un hospital o bien van a terminar en una caja al cementerio.
Es bueno que todos, o casi todos, sepan conducir un vehículo y que, pasen satisfactoriamente o no las pruebas de manejo, antes de obtener su licencia de conducir, eso no les da vía libre para conducir a gran velocidad, que como ya se indicó ponen en peligro no solo su vida, sino la de personas que transportan, y de inocentes que caminan en las calles o carreteras. Además, el tener un automóvil se asemeja a tener una mascota, pues se le debe cuidar y dar su debido mantenimiento, es decir, lavarlo, cambiarle aceite, revisar el buen estado de sus llantas y que sus parabrisas estén bien, para que todo funcione, esté en óptimas condiciones para poder transitar con tranquilidad, no solo por la ciudad, y no tener problemas al ser sorprendidos por el mal tiempo. Lo ocurrido ayer es un ejemplo claro de la imprudencia de algunos pilotos, pues la lluvia que cayó en gran parte del departamento de Guatemala hizo de las suyas con el asfalto, poniéndolo resbaloso, y lo convirtió en una trampa para quienes conducían.
Las autoridades de tránsito reportaron más de 60 percances automovilísticos, claro, le echaron la culpa a la lluvia que cayó, cuando mucha de la responsabilidad de dichos percances la tuvieron los pilotos. Y por qué ellos, bueno es simple, o iban a gran velocidad, o bien no revisaron sus carros, los cuales muchas veces circulan con llantas lisas o en mal estado, y esperan que respondan bien al frenar cuando viajan rápido, el resultado es choque o volcaduras. Ayer, dos hombres se salvaron y vieron a la muerte de cerca, al caer al fondo del barranco, en la cuesta de Villalobos, Villa Nueva. Recuerden, revisen bien su vehículo antes de salir de sus casas.