Un tiempo para meditar
Estamos ya en el mes de diciembre, las hojas del calendario de los anteriores once meses se han ido, y del último mes del año ya se han ido seis días, todo lo cual llama a la reflexión, estamos en la época que muchos esperan para poder compartir con sus familias.
Las canciones tradicionales, como las de Ray Conniff y su orquesta, es la que se escucha en las estaciones de radio, y todos se apresuran a realizar las compras para esa fecha especial, la noche del 24 de diciembre, la Noche Buena. Claro que los comercios aprovechan esta época para elevar sus ventas, y llenan sus estanterías con diversos productos para captar la atención de los potenciales compradores, principalmente los niños, quienes se sienten atraídos por los juguetes o juegos electrónicos que piden a sus padres.
Asimismo, no debemos olvidar que también hay adultos que no vamos a perder ese espíritu infantil, y que nos entusiasmamos con la llegada de las fiestas de fin de año, pero más de la Navidad que la del Año Nuevo. Lo más importante es que todos recuerden que es mejor dar que recibir, que se debe compartir, no solo con nuestras familias, sino con aquellos que requieren de una sonrisa, de un estrechón de manos.
Otro punto importante es que no solo se trata de una fiesta más, es el momento para que aprendamos a perdonar a todos quienes nos han ofendido, porque de qué nos sirve amar a nuestros seres queridos, si tenemos en nuestro corazón una raíz de amargura. Por eso, en el inicio de este mes decembrino, les invitamos a hacer una reflexión interior, ver si en nuestro ser hay paz, si no fuera así, busquemos esa paz y aprendamos a perdonar, para que al momento que todos esperan, la Navidad, específicamente la medianoche, cuando se da el abrazo, lo hagamos sabiendo que hemos podido arrancar de nuestras almas y espíritus todo odio y, al estrechar entre nuestros brazos a nuestros familiares, amigos y a los conocidos, sintamos que estamos en armonía con nosotros.
Ese es el verdadero significado de estas fechas, porque el mejor regalo que podemos dar, es el amor sincero. Dios los bendiga a todos en la celebración que se aproxima.