La de nunca acabar

Tal parece que el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) se ha convertido en la “gallina de los huevos de oro” para todos los que aspiran a llegar a dirigirlo, y se hubieran podido salir con la suya, si no fuera por el accionar de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y del Ministerio Público (MP), que mantienen su atención en torno al seguro social. Ayer, de nuevo en una acción que no sorprende a los guatemaltecos, se tuvo la noticia desde temprano que el gerente del IGSS, José Javier Donis Álvarez, era detenido y junto a él en operativos conjuntos cuatro personas más, todos vinculados a delitos de corrupción.

El caso de Donis Álvarez es sorprendente, ya que apenas tenía cinco meses en el cargo y ya estaba haciendo de las suyas, pues junto a los presuntos cómplices intentaban saquear las arcas del IGSS, habían realizado  contratos administrativos en forma ilegal, entre septiembre de 2013 y noviembre de 2014. No es posible que el IGSS sea visto por varios de sus empleados y directivos como opción para enriquecerse y, lo peor, que les dé igual la crisis de atención que atraviesa la institución, en donde a los afiliados se les presta un pésimo servicio, no hay medicamentos, y estos señores robando a manos llenas.

Los detenidos ayer pasan a formar filas junto a otros siete exfuncionarios del seguro social, quienes guardan prisión por el caso IGSS-PISA. Con todo ello, las CICIG y el MP destaparon la caja de pandora. Ahora, los miembros de la junta directiva deben “poner sus barbas en remojo” y analizar bien el perfil de  a  quién nombran como gerente o en otros puestos de importancia en dicha institución, para evitar que sigan robando el dinero de los contribuyentes, pues mientras muchas personas no pueden obtener medicamentos en las farmacias del IGSS, la danza del robo a sus arcas sigue viento en popa.

Los jueces en su momento deben aplicar condenas justas por el daño que han hecho estos corruptos, y evitar otorgarles medidas sustitutivas, por tanto daño que le hacen a la institución que debe estar al servicio del afiliado.

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