Cae Alemán cabecilla de estafadores
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Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y fiscales del Ministerio Público (MP) tuvieron mucho cuidado para allanar la vivienda del cabecilla de estafadores de origen alemán. Al no abrir la puerta, los agentes con lujo de fuerza la botaron, para ingresar y someter al orden a dos sujetos, quienes no pudieron hacer nada para escapar.
Desde de las seis de la mañana de ayer, sobre la 3a. calle “C” 18-63, del condominio Los Ángeles de la zona 8 de Mixco, casa No. 5, penetraron al inmueble en búsqueda de Braak Gunter Engelbert, de 65 años, aún se encontraba durmiendo y fue despertado en forma sorpresiva,y no opuso resistencia e inmediatamente fue engrilletado, luego se le explicó el motivo de su detención.
También lo acompañaba el salvadoreño Alberto Leonidas Cosme Guerrero, de 30
años, quien se identificó con un Documento de Identificación Personal (DPI) falso, a nombre de Brian Alexander Campos González, formaba parte de la estructura criminal de estafadores y contaba con una orden de captura.
Durante las diligencias, en una de las habitaciones se localizaron varias evidencias como un maletín conteniendo más de 100 mil dólares, una computadora portátil, celulares, un par de biniculares y documentación.
Estafaron a un coreano
Según pesquisas de los fiscales del MP y los investigadores del Departamento de Delitos Económicos de la PNC, efectuaron las pesquisas y seguimiento del caso, desde del mes de agosto de este año, cuando el alemán aparentó negociar una bodega propiedad de un empresario coreano,
ubicada en Villa Nueva, además le ofrecieron que fuera socio de un supuesto negocio que iban instalar de venta de equipo y repuestos.
El supuesto empresario europeo instó al coreano para que formara parte de su empresa, pero tenía que dar un millón de dólares como un aporte, argumentando que tenía un problema con el traslado del dinero desde Alemania.
Amarran al asiático
El coreano, ya convencido por el negocio, no detectó nada anormal con el alemán Braak Gunter Engelber, juntó la cantidad de 250 mil dólares, como parte del primer pago. Al enterarse del botín, el cabecilla de la estructura criminal, se dirigió rumbo a la
bodega donde iba a entregar el efectivo, cuando otros individuos lo interceptan y lo amarraron para luego bajo amenazas de muerte le arrebatan el dinero y se dan a la fuga. Como pudo el coreano se desató y se dirigió a la PNC a denunciarlos.