“EL BABY” se escondía en una finca
El jefe operativo de una banda de secuestradores, denominada “Los Infieles”, estaba seguro que nunca lo encontrarían, pero al enterarse de que cuatro de sus cómplices habían sido detenidos días atrás, escapó a esconderse en una finca en Chiquimulilla, se imaginó que era cuestión olvidada, sin embargo el Comando Antisecuestros, de la Policía Nacional Civil (PNC), lo ubicó en una finca donde se escondía y le dieron la caída.
Se trata de Brenner Aldair Morataya Pineda, de 18 años, alias “El Baby”, uno de los cabecillas del grupo criminal, y ayer a las seis de la mañana el sujeto se llevó una desagradable sorpresa cuando se dio cuenta que era rodeado por hombres armados con fusiles, vestidos de negro y con gorros pasamontañas, poco después tocaron a la puerta de la vivienda, se identificaron como efectivos de la PNC, ante lo cual no tuvo otra opción y prefirió entregarse sin problema.
Aunque su estilo de vida había cambiado totalmente, pues se había dedicado a la pesca, ya que estaba en las cercanías del mar, en la aldea Las Pozas.
Era escurridizo
Inmediatamente fue notificado que tenía una orden de captura, por los delitos plagio o secuestro, durante las diligencias le hallaron un rifle de 22mm y ocho celulares, que uno de los aparatos fue interceptado en varias llamadas con sus familiares, fue la clave para rastrear y dar con el paradero del individuo, pues hace 22 meses era el más buscado, se involucró en el mundo del secuestro a los 16 años, se refugió en una finca de la aldea Las Pozas, Chiquimulilla, Santa Rosa.
Rescatan a mujer
La Fuerza de Tarea Contra Secuestros, de la PNC, el 22 de enero del 2015, luego que recibieron una denuncia de vecinos de movimientos sospechosos en la 41 avenida 13-59 de la colonia Jardines de la Asunción, de la zona 5, en una intervención rápida lograron rescatar sana y salva a una mujer de 32 años, mientras los cuatro individuos fueron copados en el interior de la vivienda siendo ellos: Gustavo Yaeggy Moreira, alias “El Canche”, novio de la víctima; Edy Alberto Cerón Gómez, alias “El Beto”; Mauricio Moisés Muller Martínez, “El Mau”, y Luis Ernesto Mérida Tomás, alias “El Wuicho”.
Los plagiarios ya tenían todo preparado para llevar a la víctima a otro lugar y le habían suministrado alguna sustancia química, el objetivo era introducirla en el baúl de un
automóvil, llevársela a un lugar no determinado, cuando fueron descubiertos por los agentes del Comando Antisecuestros.