Foto histórica: “Hay una guerra menos en el mundo”

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo  (FARC-EP), Rodrigo Londoño Echeverry, alias “Timochenko”, firmaron este lunes el acuerdo de paz con el que aspiran a poner fin a 52 años de conflicto interno en ese país.

El acto se realizó en la ciudad de Cartagena de Indias, ante la presencia de  dos mil 500 invitados, incluyendo una docena de presidentes, 27 cancilleres, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; y su predecesor en el cargo, Kofi Annan.

«Timochenko» firmó el texto con un «balígrafo», una bala transformada en bolígrafo, que luego utilizó también Santos y que sirvió de alusión a lo que se espera que ocurra en Colombia a partir de la implementación del acuerdo.

«En nombre de las FARC-EP ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra», dijo en su discurso el líder de las FARC.

En su intervención, Santos reconoció la voluntad de las FARC en las negociaciones. «Les doy la bienvenida a la democracia», señaló.

Por su parte, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, dijo que el acuerdo no solo promete la paz, sino que garantiza la participación política de todos.

«Espero que los colombianos puedan superar el dolor y hacer de este proyecto algo nacional», dijo Ban.

TAREAS PENDIENTES

El acuerdo es fruto de cuatro años de negociaciones realizadas en La Habana entre las partes, con la participación de los gobiernos de Noruega y Cuba, en condición de garantes; y de Venezuela y Chile, a modo de acompañantes.

Sin embargo, todavía resta un paso fundamental: el plebiscito que tendrá lugar el próximo 2 de octubre, en el que los colombianos decidirán si aprueban o no lo el texto.

En caso de que sea aprobado, se dará inicio a un proceso que llevará al desarme de las FARC y a su progresiva incorporación a la vida civil, incluyendo su activa participación en política a través de un nuevo partido cuyo congreso fundacional prevén realizar a más tardar en mayo de 2017.

También se prevé la creación de un Tribunal de Justicia Transicional (Jurisdicción Especial para la Paz), que estará encargado de conducir los juicios contra los guerrilleros y contra todos los actores que cometieron crímenes durante el conflicto.

Pero se estima que la mayoría de los rebeldes serán amnistiados y no pagarán condenas ni reparaciones. Esta es una de la razones por las cuales hay un sector de colombianos, entre los que se cuenta el expresidente Álvaro Uribe, que se oponen al acuerdo.

Con información y foto de: BBC

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