CUSTODIO FRUSTRA ASALTO Y MUERE
El custodio de un camión repartidor de encomiendas se enfrentó ayer a tiros contra delincuentes que trataron de robarse el camión con todo y paquetes procedentes de Estados Unidos. Desafortunadamente, la pistola se le trabó al guardia, lo que fue aprovechado por los ladrones para asesinarlo, aunque uno de los maleantes escapó herido.
El ataque tuvo lugar ayer, a eso de las 08:20 horas, en el kilómetro 34 de la ruta Interamericana, a inmediaciones de la aldea San José Chacayá, Santiago Sacatepéquez, cuando el camión manejado por Misrahí Ezequiel Valdez López, de 38 años, se desplazaba rumbo a Chimaltenango.
LO ENGAÑARON

Ocupantes de un automóvil rojo le gritaron en plena marcha que la llanta trasera estaba pinchada, lo cual hizo que se hiciera a la orilla y detuviera la marcha para revisar los neumáticos.
Minutos después se acercaron individuos en un picop gris y se bajaron cuatro sujetos, quienes bajo amenazas de muerte trataron de apoderarse del vehículo, sin embargo, el custodio Fredy Adán González Gramajo, de 30, intervino para frustrar el robo, y se produjo una balacera que duró varios minutos, hasta que la pistola se le trabó al agente privado en plena balacera, lo que ocasionó que los maleantes lo remataron a tiros.
El cadáver del vigilante cayó en la cuneta, mientras los vecinos alertaron a los Bomberos Municipales Departamentales, que al llegar establecieron que la víctima tenía dos heridas de bala en la región pectoral.
“Vi morir a mi compañero”
“Gracias a Dios no me pasó nada. Traté auxiliarlo, vivió unos cinco minutos, se agarró el pecho, para después morir. Los bomberos tardaron en llegar, aunque solicité ayuda a unas patrullas de la Policía Nacional Civil (PNC) que pasaban por la carretera, estos no me hicieron caso”, decía Misrahí Valdez, piloto del camión.
A la par del cadáver quedó la pistola del guardia, mientras alrededor del camión quedaron regados siete casquillos de 9mm, los investigadores de la PNC no descartan que uno de los maleantes resultó baleado, pues había manchas de sangre sobre la cinta asfáltica.
Según algunos conductores ruteros, varias veces los delincuentes realizan el mismo truco de alertar a los pilotos sobre algún producto que habría caído sobre la carretera o la llanta pinchada para detener la marcha que facilite el robo de sus vehículos.