Las molestias que ocasiona un subsidio
Si no es por la inconformidad de los trabajadores del sector salud, lo es por la de los trabajadores de la educación. O quién sabe si lo es por la de los indígenas, o a lo mejor por la de los vendedores de algún mercado. Lo cierto es que los bloqueos de pasos para manifestar el rechazo a ciertos hechos nacionales se ha vuelto una costumbre de casi todos los días, en la ciudad capital de Guatemala.
Los transportistas urbanos de pasajeros no podían ser la excepción. Ayer apostaron varias unidades de las llamadas tomates, por su color rojo, sobre la calzada Roosevelt, a un costado del mercado El Guarda. No dejaban pasar a nadie y, como era de esperarse, el congestionamiento volvió locos a miles de guatemaltecos que intentaban ingresar al centro de la ciudad o pasar hacia las zonas 9, 10, 12, 13 y 14.
De acuerdo con los manifestantes, la razón es que desde 2012 no se les ha cancelado una sola cuota del subsidio al transporte que por ley les debe ser entregado.
En múltiples ocasiones, los integrantes de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua) se han quejado de esta anómala situación. La mayoría de las veces han señalado como responsables a los dirigentes del Transurbano, principalmente a Luis Gómez, de apropiarse de la totalidad del subsidio que entrega el Estado, el cual alcanza un monto de Q35 millones.
Quién se queda con el dinero y qué hacen con él, nadie lo sabe con certeza. Lo que muchos guatemaltecos sí recienten es lo pésimo del servicio de transporte urbano para pasajeros, así como la pérdida de tiempo que significa quedarse varado por los bloqueos que protagonizan los pilotos.
Este es un problema al que las autoridades deben ponerle atención. No se trata únicamente de estas molestias. Se trata de que hay mucho dinero de por medio y que alguien se está quedando con él, sin repartirlo adecuada y correctamente.