Ajusticiado dentro de su carro
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El asesino utilizó una pistola con silenciador, nadie escuchó los disparos ni la propia familia.
El asesino a sueldo tenía bien controlado los movimientos de su víctima, y al ver que se había subido a su carro y estaba lista para arrancarlo, se le aproximó y le disparó, mortalmente herida cayó sobre el timón.
El hecho tuvo lugar ayer a las siete y media de la mañana en la 7a. calle “A” y 11 avenida de la colonia Roosevelt de la zona 11, y la víctima mortal fue identificada como Axel Jacobo Recinos, de 47 años, conocido como el Pelón, cuyo cadáver quedó en el interior de su automóvil con placas P-396FBV, mientras que la familia, quienes indicaron no haber escuchado ningún disparo, se percataron de lo ocurrido hasta que salieron a ver el porqué no se había dirigido a sus labores.
Asustados, los familiares alertaron a los Bomberos Voluntarios, cuyos paramédicos al llegar establecieron que nada podían hacer por él pues había fallecido, ya que tenía tres heridas de bala en el cuello y otra en la cabeza, lo que le cortó la vida en el acto.
Mientras los agentes de la Policía Nacional Civil arribaron a la escena del crimen, alertaron a los demás unidades sobre las características del pistolero, pero se presume que contó con el apoyo de varios cómplices y lograron huir a tiempo.
Según la versión de Petronila de Pérez, quien reconoció el cadáver indicó: “salió a las seis y media de la mañana a dejar a su esposa al trabajo en la zona 9, regresó a la casa a recoger un maletín de los trabajos que realizan de trámites de escrituración de compraventa de casas”.
Ataque directo
Tanto el fiscal del Ministerio Público y los investigadores del Departamento de Delitos Contra la Vida, de la PNC, dan cuenta que el móvil del hecho de sangre se sospecha que derivó de una venganza personal, se descarta el intento del robo del vehículo, sino fue un ataque directo de un crimen bien planificado.
A los pocos minutos arribó al lugar Madrid del Rosario Amperez, quien se impactó al ver a su esposo sin vida dentro del vehículo; “¿Por qué mataron a mi esposo?, ¡ay, Dios mío!, no sé qué hacer, estoy sufrimiento por lo que está pasando”.