Estalla una cohetería
Tremendo susto se llevaron ayer pobladores que viven en las cercanías de una cohetería en San Antonio Aguas Calientes, Sacatepéquez, cuando en horas de la mañana escucharon una explosión que se originó en una fábrica de juegos pirotécnicos, informaron los Bomberos Municipales Departamentales (BMD).
A causa del incidente resultó con heridas y quemaduras Renato Hernández, de 35 años, quien se encontraba trabajando en la elaboración de los artefactos explosivos.
Los vecinos, luego de escuchar el estallido, vieron salir fuego y humo de la casa que era utilizada para la fabricación de cohetes y bombas, donde también era almacenado el producto.
Los socorristas llegaron al lugar y verificaron que solamente una persona resultó lesionada, mientras los demás ocupantes lograron salir a tiempo antes de que se originara el fuego.
Los bomberos le prestaron los primeros auxilios al lesionado, quien fue trasladado a la emergencia del Hospital Nacional Hermano Pedro en La Antigua Guatemala, donde quedó internado.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron al lugar del suceso para determinar cómo había ocurrido y qué clase de material era almacenado.
UN POLVORÍN LATENTE
Los paramédicos lanzaron agua a la bodega donde guardaban los materiales en esta cohetería clandestina, cuya existencia era conocida por los lugareños.
Vecinos manifestaron que en esta fábrica elaboraban las bombas que son vendidas durante la celebración de la feria del pueblo y otras festividades de los municipios aledaños.
Informes de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) señalan que existen decenas de estos negocios que operan en la clandestinidad en el departamento de Sacatepéquez, especialmente en San Juan, San Raymundo, Ciudad Quetzal y San Antonio Sacatepéquez.
4 personas resultaron heridas en otra explosión en el mismo departamento, el pasado 4 de julio.
Bomberos Municipales Departamentales atendieron la emergencia. La fábrica de juegos pirotécnicos funcionaba en una casa.
Según la PDH, decenas de estas fábricas operan clandestinamente en Sacatepéquez.
Foto: Rony Véliz.