Una banda menos de delincuentes
La lucha del Ministerio Público (MP) y la Policía Nacional Civil (PNC) en contra de la delincuencia no se ha quedado en la búsqueda de corruptos y ladrones de cuello blanco. También se han acertado duros golpes a bandas de narcotraficantes, extorsionistas y ladrones de bienes.
El último operativo en esta última línea, bautizado con el nombre Operación Turbo II, se efectuó ayer. Después de 27 allanamientos en tres distintos sectores de la ciudad capital, para cumplir 4 órdenes de captura y secuestrar dos vehículos reportados como robados, las autoridades consiguieron 3 aprehensiones y la incautación de uno de los dos automotores.
Dos de los capturados eran líderes de una banda de ladrones de motos. Ellos fueron identificados como Julio César Monzón González y Dilson Orlando de León Estrada. Con estas aprehensiones las autoridades dicen haber desbaratado a una poderosa estructura que diariamente se apropiaba de motos que eran preseleccionadas, vigiladas, seguidas y luego robadas, para luego servir como vehículos de sicarios.
La ciudadanía puede estar ahora menos intranquila, pues aunque esta banda se ha desbaratado, aún quedan sueltos otros grupos de delincuentes, cuyas acciones siguen siendo un calvario para muchos guatemaltecos que ven amenazada la propiedad de sus bienes y, en el peor de los casos, hasta sus propias vidas. Lo positivo es que, aunque poco a poco, algo se está haciendo en la lucha contra la delincuencia guatemalteca que no da respiro al accionar de sus perseguidores.