Hungría acaricia los octavos de final
Hungría evitó la derrota ante Islandia (1-1) con un gol en los últimos minutos de su partido en Marsella, con lo que no consiguió el pase matemático a los octavos de final dentro del grupo F, pero quedó ya muy cerca del objetivo.
Gylfi Sigurdsson, de penal, anotó el tanto de los nórdicos en el minuto 40 y Hungría, tras remar contracorriente toda la segunda parte, firmó el empate en el 88 gracias a un autogol de Birkir Mar Saevarsson.
Los húngaros, que no jugaban un gran torneo desde el Mundial de México-1986, buscarán incluso el liderato del grupo en la tercera y última jornada, en su complicado partido el miércoles ante los portugueses.
Islandia, debutante en un gran torneo internacional, buscará ante los austríacos el billete a octavos. Sería un logro histórico, tras mantenerse invicta en los dos primeros partidos del torneo, al que llegó tras unas eliminatorias en las que superó en dos ocasiones a Holanda.
Esta vez fueron pequeños enfrentamientos, protagonizados por dos grupos de aficionados húngaros separados por una barandilla y que quisieron juntarse, algo no aceptado por los agentes de seguridad privada, que recibieron puñetazos. La policía intervino y restableció la calma. Tras el gol del empate húngaro, en el sector de su hinchada se encendieron bengalas.
Premio al final
El arquero Gabor Kiraly, quien a sus 40 años es el jugador de más edad en disputar una Eurocopa, salvó el primer gol islandés en el 31, cuando Johann Berg Gudmundsson ganó un duelo en el área a Tamas Kadar y se plantó solo ante el portero, que despejó con un pie.
En el 35 fue el turno de Hungría, que estuvo a punto de adelantarse con un disparo cruzado de Laszlo Kleinheisler, que se perdió fuera.
Islandia consiguió abrir el marcador en el 40, cuando el árbitro decretó penal en una jugada confusa en el área y Gylfi Sigurdsson marcó.
En la segunda parte, el dominio magiar fue casi total e Islandia apostó sin complejos por una defensa férrea para defender su ventaja.
La insistencia húngara tuvo premio en el 88, cuando un pase en el área de Nemanja Nikolic fue introducido por Saevarsson en su propia portería, cuando intentaba evitar el remate en boca de gol de Daniel Böde, que llegaba justo detrás.