Chiquimula: Un nuevo mártir del periodismo

En nuestro editorial del ayer nos referimos al alto precio que puede pagar un ciudadano, cuando se decide a cumplir sus deberes cívicos y opta por apoyar a la justicia. Otro tanto, lamentablemente, debemos decir respecto del ejercicio del derecho y deber de los periodistas de informar a sus conciudadanos.

Lo decimos a propósito del médico y comunicador social Víctor Hugo Valdez Cardona, asesinado el martes y sepultado ayer en su natal Chiquimula, donde hay gran consternación e indignación por el execrable crimen.

Durante 29 años Valdez Cardona mantuvo con vida un programa símbolo en la televisión local chiquimulteca, en el cual se destacaban los valores de aquel departamento oriental. A su labor cultural y periodística añadía el ejercicio de su profesión médica.

Se comprende como pues, que en la perla de oriente haya un extendido sentimiento de repudio por el atentado contra la vida de un chiquimulteco de valía, pero por lo que también su asesinato implica para el desempeño, con libertad y seguridad, de las labores periodísticas en aquel departamento.

Por eso es importante que el sepelio de Valdez Cardona se haya convertido en una clara manifestación de repudio a la violencia y una exigencia de la sociedad de Chiquimula a las autoridades, para que se investigue y persiga a los criminales. El mensaje es que este crimen no debe sumarse a la larga lista de impunidad que nubla a nuestro país.

Nuestra solidaridad con la familia del doctor Valdez Cardona, con las y los colegas comunicadores sociales, así como con toda la sociedad civil de Chiquimula. ¡No se dejen intimidar por los criminales!