Plasma estampas de la Antigua

Alfredo García Gil pinta sobre las costumbres y tradiciones antigüeñas.

Nació en Antigua Guatemala, donde cada esquina guarda una tradición. Es auténtico panza verde, que ama su tierra y está comprometido con mantener vigentes muchas de sus leyendas, costumbres y tradiciones. Es un hombre sencillo, compasivo, pero con un gran sentido del humor que expresa en su trabajo.

Sus cuadros, con audaces combinaciones de color, están inspirados en las tradiciones, costumbres y eventos que suceden en la ciudad de Antigua Guatemala. Su objetivo, afirma, es que estas imágenes y tradiciones permanezcan en la memoria colectiva.

Una de las mayores tradiciones de Antigua Guatemala es la celebración de la Cuaresma y las procesiones de Semana Santa. Y este es uno de los temas que aparecen en la obra de García Gil, junto a las imágenes de festejos, bailes callejeros, tradiciones y costumbres que se pierden con el pasar de los años.

“Los bailes de Gigantes durante los Corpus parroquiales, por ejemplo, son algo que ya casi no se mira. En esta ciudad tenemos muchas actividades folclóricas y religiosas, pero también tradiciones, o, mejor dicho, costumbres como llevar a los niños de la mano a la escuela en enero. En febrero está la elaboración de cascarones para el Carnaval”, señala.

El óleo es su favorito

El pintor antigüeño prefiere trabajar sus cuadros en óleo, que considera la técnica más amable, sean en tela o en madera. “Me siento cómodo con el óleo. No tuve la oportunidad de estudiar en una escuela de arte y mientras la acuarela es directa, el óleo me permite corregir cualquier equivocación, borrar y volver a pintar hasta lograr lo deseado”.