Matan a dos en Petapa
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En sitio baldío localizan los cuerpos con el tiro de gracia; uno era menor.
Vecinos de la colonia Guillén, en San Miguel Petapa, localizaron dos cuerpos con el tiro de gracia en un sector desolado, por lo que de inmediato dieron aviso a las autoridades, las cuales luego informaron que se trataba de un adulto y un menor de edad que vivían en el sector referido.
Al lugar fueron requeridos los bomberos voluntarios, quienes al llegar constataron que las personas habían fallecido por heridas de arma de fuego; los dos presentaban disparos en la cabeza.
Las víctimas fueron identificadas como Carlos Herrarte Concuá, de 27 años, y el menor de 17, Benigno Alejandro Pérez. Este último fue identificado por su progenitora, Dora Véliz Hernández.
Según datos de testigos, en horas de la noche del viernes se realizaba una festividad en un templo religioso de las cercanías de donde se cometió el crimen, por lo que se quemaron bombas y cohetillos, lo que pudo ser utilizado por los criminales como distractor al momento que accionaron sus armas.
Pidieron auxilio
“Yo escuché unos gritos de auxilio, pero jamás imaginé que eran a estos muchachos que estaban matando”, comentó uno de los curiosos que vive en una casa vecina. “A veces uno se da cuenta de cosas y escucha otras, pero no vale la pena meterse, porque uno pone en riesgo su vida y la de su familia, por eso nadie se mete ni dice nada”, relató el entrevistado.
Escenas de dolor
Dora Veliz Hernández, madre de Benigno Alejandro, comentó que su hijo desde el viernes había desaparecido y andaban en su búsqueda. No imaginaba que aparecería muerto y menos al lado del otro muchacho.
Familiares de Carlos Herrarte también se presentaron y lo reconocieron, ya que al inicio fiscales del Ministerio Público no le encontraron documentos de identificación, por lo que la madre al llegar indicó que su hijo no tenía antecedentes y no tenía problemas con nadie, por lo que desconocía esta acción en su contra.
“Su único pecado era ser alcohólico, pero de nada más lo pueden acusar”, dijo la progenitora del fallecido, quien tuvo que ser intervenida por amigos y familiares, ya que no quería separarse del cuerpo de su hijo al momento de ser llevado a la patrulla, para su traslado a la morgue del Inacif.
Algunos amigos de las víctimas indicaron que eran conocidos como “Cliford y Alex”, pero que no tenían conocimiento que tuvieran enemigos o realizaran actos ilícitos.
Sitio de riesgo
Personas que tienen sus viviendas por el sector del hallazgo indicaron que ese lugar lo utilizan algunas personas para drogarse y en ocasiones se han cometido algunos actos criminales, aunque antes era un lugar tranquilo, pero hay algunos jóvenes que se dedican a delinquir en el área, dijo una de las vecinas de la colonia.