Cierra con sangre un mes violento

Mayo, el quinto mes del año, cerró ayer con las infaltables noticias sobre muertes violentas. Dos hechos, ocurridos en Guatemala y Suchitepéquez, marcan el fatídico cierre con sendos homicidios ocurridos a plena luz del día.

El primero, fue el del joven Melvin Rafael González, de 24 años, quien al negarse a entregar las llaves de su automóvil a dos asaltantes, fue atacado a balazos en la colonia Roosevelt, de la zona 11 capitalina.

El segundo hecho ocurrió en el municipio de Santo Domingo Suchitepéquez, donde el también empresario José David Guzmán Cruz, de 33 años, fue ejecutado por dos sicarios, quienes dejaron un mensaje indicando que el crimen fue cometido en represalia por su negativa a pagar la extorsión.

Es fácil advertir que, en ambos casos, los asesinos actuaron con profesionalismo en su deplorable oficio de causar la muerte. El uso de armas de fuego sin ahorro de municiones, con ánimo de hacer un daño irreparable, es notorio en los dos crímenes que comentamos.

La proliferación de armas de fuego y su uso por asesinos desalmados es una de las principales manifestaciones de la violencia homicida en Guatemala. De los 1,840 homicidios ocurridos entre el 1 de enero y el 30 de abril del año en curso, 1,349, equivalentes al 73 por ciento, fueron perpetrados con armas de fuego.

La fuente de esos datos es el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el cual no tardará en publicar la información sobre las necropsias practicadas a personas víctimas de la criminalidad durante el mes finalizado ayer. Cuando eso ocurra podremos comprobar si es correcta nuestra impresión de que mayo ha sido el mes más violento del año.

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