Se le apagó el motor

FREDY RODAS

Entre cañaverales de la finca El Delirio, del municipio de San Lorenzo, Suchitepéquez, una familia que viajaba en una avioneta se salvó milagrosamente de morir, luego que la aeronave presentara desperfectos mecánicos y cayera en dichos terrenos de forma controlada, gracias a las maniobras exitosas del piloto para realizar un aterrizaje de emergencia, lo que impidió que alguno de los tres pasajeros resultara herido.

Según indicó el piloto, Ernesto Ruiz Herman, de 59 años, había salido del aeropuerto La Aurora y se dirigían al departamento de Retalhuleu; llevaban 35 minutos de vuelo, a una altura de 2,500 pies (unos 800 metros), cuando de pronto escuchó que el motor se había apagado.

De inmediato buscó un lugar plano y sin árboles para poder aterrizar de emergencia e inició el descenso, llegando a tierra exitosamente, pero debido al estado del terreno topó con una piedra de regular tamaño y esto causó que la aeronave diera vuelta y quedara con las llantas hacia arriba.

Esto generó que los pasajeros tuvieran dificultades para abrir la puerta, lo cual al fin lograron para ponerse a salvo, presentando únicamente crisis nerviosa, pero nada de gravedad.

CON CRISIS NERVIOSA

Aparte del piloto, en la avioneta con las siglas TG-CMC viajaban el hijo de este, Roberto Ruiz, de 25; el propietario de la misma, Carlos Montenegro, de 87, y Karina Montenegro, de 48, quienes fueron evaluados por socorristas de los Bomberos Municipales Departamentales de San Lorenzo. Tanto el piloto como los pasajeros se quedaron en el lugar del percance en espera que llegaran peritos del Ministerio Público y técnicos de Aeronáutica, para que ayuden con la elaboración del informe que aclare las causas del accidente.

Algunos vecinos indicaron que solo escucharon el ruido de la avioneta y luego vieron cómo esta bajaba rápidamente a tierra. “Corrimos a ver dónde iban a caer, cuando escuchamos un tremendo ruido y luego alertamos a los bomberos para que auxiliaran a los heridos; gracias a Dios no  hubo, pero por un momento pensamos que caerían en nuestra casas”.

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