La lluvia nos pone en peligro

Las fuertes lluvias que caen sobre el territorio nacional, anheladas por muchos, también se convierten en el mal de otros. El jueves pasado José Ramón de León, de 25  años, se conducía en su moto en un sector del municipio de Mixco. Con las lluvias y el asfalto mojado, aparentemente, derrapó cayendo en un barranco donde pasa el río Pansalic.

Los bomberos lo buscaban, pero no encontraban rastros de él ni de su moto. Una de las brigadas de rescate llegó, incluso, hasta el puente Tubac, en jurisdicción de San Miguel Petapa, sin éxito alguno. Ayer, sin embargo, integrantes de la patrulla especial de rescate de los Bomberos Municipales localizó finalmente su cuerpo. La corriente del río había arrastrado a De León 10 kilómetros río abajo, quedando varado a la altura del puente Las Charcas, que sirve de paso para ir de la zona 11 capitalina hacia la zona 8 de Mixco, en el sector conocido como Ciudad San Cristóbal.

Este lamentable incidente nos deja como lección que cuando las lluvias atacan, los conductores deben tener mayor precaución para desplazarse con sus vehículos sobre la cinta asfáltica, pues esta se vuelve más resbalosa y no garantiza frenadas inmediatas.

Muchos accidentes se registran cuando se instala la época de invierno y la mayoría de ellos tienen que ver con la alta velocidad y los frenazos de emergencia, ante los cuales los vehículos no hacen sino derrapar. Por supuesto que no todos terminan con pérdidas humanas, pero si con pérdidas materiales y heridos. Por ellos es que debe hacerse un obligado llamado a la reflexión de los pilotos, de todo tipo de vehículo, para que eviten poner su vida en peligro y, por supuesto, tampoco la de otros que nada tienen que ver con la imprudencia ajena.

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